¿Han visto un reality show? Porque hay que burlarse y quejarse de nuestra propia vida.

viernes, 2 de enero de 2009

Encuentros/desencuentros - Parte I

4:43 Posted by *Miwako* , , , , , No comments

¿Qué posibilidades reales hay de que una pareja que tuviste hace años que es de Guárico y vivió en Maracay, que se traslada a Mérida a estudiar, conozca a la novia de tu mejor amiga (que es de Maracaibo) y que vive en Mérida, terminen juntas (dejándonos a las mejores amigas con el corazón partío’) y luego esta chica termine saliendo con tu otra ex de El tigre que vive en Caracas y ahora estén juntas? ¿Qué pasa si estos encuentros/desencuentros te ocurren en más de una ocasión?

La única respuesta que tengo para esto es que soy un ejemplo del karma viviente, que la ley de los seis grados de separación se repite hasta el infinito absurdo en mi vida. Es más, estoy segura que después de liarse conmigo, mis parejas sufren consecuencias funestas (engordan, enloquecen, caen en drogas duras, etc.) y encuentran al amor de sus vidas en mis otras ex parejas. Es que esa es parte de mi historia. A ver, se que estos enredos no quedan muy claros, así que se los detallaré en dos post, para no hacerles la vida tan complicada.


La historia comienza con mi salida del closet definitiva y radical (esta historia merece un post aparte) y la maravillosa red de redes que se encarga de entretejer la trama de este reality ambiguo y descarado. Me enamoré perdidamente y por primera vez de una mujer que vivía en otra ciudad, y se supone que era correspondida. Esta chica es Corina, de quién le hablaron en un post anterior, ella nació en Apure, vivió en Maracaibo y estudiaba en Valencia. Por esta época conocí a Kali, que vive en Barquisimeto, y con la que compartimos el último hombre de nuestras vidas antes de estallar en mil astillas el armario, entre otras cosas.

Resulta que Kali se enamoró perdidamente de esta otra chica, Ana, que vivía en Mérida y era de Maracaibo. Tontas, imbéciles, ilusas, Kali y yo decidimos presentarlas, tú sabes, para que se hicieran compañía en esa ciudad donde no conocían mucha gente. GRAN error. Luego de un viaje funesto en el que estuve exageradamente drogada y del que no recuerdo mucho (benditos sean mi psiquiatra y el alprazolam!) nuestras relaciones terminaron abruptamente. Yo, en medio de las mentiras de Corina, quien afirmaba amarme hasta la muerte y que la causa de nuestra inminente separación era la terrible vigilancia de sus adineradísimos padres que no toleraban la homosexualidad de su hija… bla, bla, bla.. BULLSHIT! Esas no fueron las únicas mentiras que dijo; y todas las tragamos sin mayores ambagues, es decir, quién, en nombre de las Diosas, tiene necesidad de mentir acerca de su capacidad adquisitiva a estas alturas del partido? Ninguna era una adolescente confundida, o al menos, eso creímos.


Luego de la partida de Kali, luego de ese avión que me llevó a Bogotá a los brazos de mi madre (que no entendía mi depresión súbita, ni ese deseo de dormir 19 horas diarias) retorné a mi bien amada y caótica orbe para enterarnos del golpe final, ese knock-out absurdo, que vino en nombre de un presentimiento de Kali: "marica, esas dos tienen algo” y vaya que lo tenían! Comenzaron a vivir juntas poco después de un mes de nuestra partida. Esa relación se prolongó durante un par de años, y nuestro despecho (que nos costó varios millones de Bolívares en llamadas de larga distancia y unos cuantos baldes de lágrimas) se perpetuó durante unos seis meses, durante los que nos enteramos de los desmadres de nuestras amadas ex novias, de lo bien que iban, de lo felices que eran. Hasta llegaron a creer que, en una especie de relación swinger, Kali y yo estábamos juntas. Por supuesto, nosotras alimentamos ese rumor. Manipulamos la realidad ante los ojos ajenos. Sólo nuestras personas más cercanas sabían realmente de nuestras lloraderas insignes, de cuántos ansiolíticos engullíamos; de resto, en la red éramos felices, malditamente felices y vivaces, generosas y exitosas.

Es que es imposible no tener esta dicotómica relación con la web. Es imposible no amar y odiar alternativamente este medio de expresión. Es tan sencillo ser y no ser alternativamente, mentir y confesarse en esta extensión paralela de la realidad!

Hasta más tarde!, cuando les cuente la segunda parte de este arroz con mango dramático.

Caroline ♥

0 comentarios: